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El té verde se ha convertido en una de las bebidas más populares de todo el mundo, siendo muy apreciada por la infinidad de beneficios que reporta a nuestro organismo y, especialmente, por su capacidad antioxidante que permite evitar la oxidación de las células. Pero, no solo es bueno para nuestro bienestar sino que, además, es ideal para cuidar la piel, rejuvenecerla y hacer que luzca mucho más luminosa y hermosa.
Las propiedades más destacadas del té verde para la piel son las siguientes:
- Refuerza
la capa protectora de la piel, preservando su humedad y manteniéndola bien
hidratada.
- Reduce
los efectos dañinos del sol sobre la piel y la inflamación o enrojecimiento que
pueda causa una sobreexposición a los rayos UV.
- Es
excelente para el tratamiento del acné gracias a sus propiedades
antibacterianas, ayuda además a eliminar puntos negros y toxinas de la piel.
- Debido
a su contenido en vitamina C contribuye a la síntesis de colágeno, algo
indispensable para evitar la formación de arrugas y líneas de expresión.
- Se
ha indicado que también ayuda a mejorar el aspecto de la piel con rosácea.
Mascarilla de té verde para la piel grasa:
Las pieles grasas sufren continuamente de aspecto oleoso, formación de brillos en la zona T del rostro y presencia de granitos y puntos negros. Y a pesar de que existen muchísimos productos indicados para tratarlas, la siguiente mascarilla casera de té verde y avena es muy efectiva para calmar este tipo de piel, reducir el exceso de sebo y reducir las impurezas.
Para llevarla a la práctica, prepara un té verde y, una vez se haya enfriado, añade 3 cucharadas pequeñas de harina de avena. Mezcla hasta obtener una pasta homogénea y ya estará lista para aplicarla sobre la piel del rostro.
Hidratante y rejuvenecedora:
Si lo que deseas es renovar tu piel por completo, conseguir que luzca radiante, luminosa y con una apariencia más fresca, la siguiente mascarilla casera de té verde es perfecta para ti. Además le añadimos miel, un potente hidratante y rejuvenecedor natural que te ayudará a prevenir arrugas, líneas de expresión y patas de gallo.
Para prepararla, solo tienes que mezclar dos cucharadas de té verde con una de miel. Luego, extiende la mezcla por todo el rostro, deja actuar durante 15 minutos y termina retirando con agua fría. Te aconsejamos repetir este tratamiento dos veces a la semana para notar sus efectos sobre la piel de tu rostro.
Para el acné:
Las pieles con acné requieren de productos que aseguren una limpieza profunda y que les ayuden a evitar la aparición de nuevas impurezas, granitos, barros, etc. Y para ello, el té verde es un buen aliado pero muchísimo más si lo combinamos con el vinagre de manzana, ideal para refrescar el cutis y purificarlo por completo.
Prepara una infusión de té verde en una taza pequeña y agrégale a esta 1 cucharada de vinagre de manzana, obtendrás un líquido que debes aplicar sobre el rostro bien limpio y dejar que repose durante 15 minutos. Pruébalo y verás como tu piel empieza a verse mucho más saludable.