El
ejercicio cardiorrespiratorio, o sea, caminar rápido, correr, andar en
bicicleta y prácticamente todo otro tipo de ejercicio que hace trabajar al
corazón, es bueno para el cuerpo; pero ¿puede también ralentizar los cambios
cognitivos en el cerebro?
Un estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings y preparado por el Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas aporta nueva evidencia respecto a una relación entre un buen estado cardiorrespiratorio y salud cerebral, especialmente en la materia gris y en el volumen cerebral total que son las regiones cerebrales implicadas en el deterioro cognitivo y el envejecimiento.
El tejido cerebral está compuesto por materia gris, o cuerpos celulares, y por filamentos llamados materia blanca que se extienden desde las células. El volumen de la materia gris parece correlacionarse con varias destrezas y capacidades cognitivas. Los investigadores descubrieron que existe una fuerte relación entre el aumento en la captación máxima de oxígeno y el volumen de la materia gris.
Los resultados plantean que el ejercicio cardiorrespiratorio posiblemente contribuye a una mejor salud cerebral y desacelera el deterioro de la materia gris. Un editorial escrito por tres expertos de Mayo Clinic que acompaña al estudio en Mayo Clinic Proceedings dice lo siguiente: “los resultados son prometedores, intrigantes y contribuyen a la creciente cantidad de literatura sobre ejercicio y salud cerebral”.
“Esto aporta evidencia indirecta respecto al impacto positivo del ejercicio aeróbico sobre la función cognitiva, además de sobre el buen estado físico. Otra característica importante del estudio es que estos resultados posiblemente también apliquen a otros ancianos y, dado que existe buena evidencia respecto al valor del ejercicio en la edad madura, es alentador que también ejerza efectos positivos en el cerebro más adelante en la vida”, comenta el Dr. Ronald Petersen, neurólogo de Mayo Clinic.
Según
los expertos de Mayo Clinic, lo recomendable es hacer 150 minutos semanales de
ejercicio moderado y regular. Un buen estado cardiorrespiratorio también
implica lo siguiente:
• No fumar.
• Tener hábitos alimentarios sanos.
• Perder peso o mantenerse en un nivel
saludable.
• Controlar la presión arterial y evitar
la hipertensión.
• Controlar los niveles de colesterol.
• Reducir la glucosa sanguínea que, con
el tiempo, puede dañar al corazón y otros órganos.