Los médicos y nutricionistas recomiendan siempre usar poca sal a la hora de cocinar. No obstante, para muchas personas es muy difícil reducir su consumo, ya que sienten que todas las recetas resultarán insípidas.
Cuando se consume demasiada sal, el organismo necesita más agua para equilibrar los liquidos. De ese motivo, una de las partes que sufre las consecuencias es la piel, la cual puede presentar deshidratación.
También el exceso de sal perjudica la función de los riñones, según una investigación publicada en Nephrologie & Therapeutique. Estos órganos, cuando se sobrecargan o debilitan, causan una falta de energía que puede llegar a ser crónica si no mejoramos los hábitos. Por este motivo, muchas personas que consumen estimulantes como el café o los refrescos de cola no consiguen vencer el agotamiento constante.
Reducir el consumo de la sal ayuda a prevenir la hinchazón puesto que, La hinchazón es un problema para muchas personas en diferentes partes del cuerpo. La acumulación de líquidos es frecuente en la zona de las piernas, los pies y el vientre, sobre todo. Esto nos hace ganar volumen, sentirnos pesados, molestos y, en algunos casos, también doloridos. La circulación se resiente en gran medida.