Según estudio el coronavirus, no parece replicarse en la córnea humana, así como por ejemplo el zika que si se ha encontrado en lágrimas y tejido corneal.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de las Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) señalan que “es posible que el ojo no sea tan vulnerable al COVID-19 como se pensaba hasta ahora, aunque es demasiado pronto para descartar la importancia de la protección ocular”.
“Nuestros
hallazgos no prueban que todas las córneas sean resistentes, pero cada córnea
de donante que analizamos era resistente al nuevo coronavirus”, comento el microbiólogo
Jonathan J. Miner, quien junto al oftalmólogo Rajendra S. Apte, estudió córneas
tanto en ratones como humanas expuestas a los virus del herpes simple,
SARS-CoV-2 y zika.
Según explica Rajendra, algunos pacientes con coronavirus presentan síntomas oculares como conjuntivitis, pero no está claro que la infección viral en sí misma lo cause, podría estar relacionada con una inflamación secundaría.
Para comprobar si
la córnea podría servir como punto de entrada del virus, los investigadores
expusieron al tejido ocular a los diferentes virus para observar si podían crecer
y replicarse, así mismo buscaron sustancias claves en el tejido corneal que
pudieran promover o inhibir el crecimiento viral.