La variante Centaurus del COVID-19 tiene a los científicos preocupados ya que es muy reciente su identificación y definición. La variante fue apenas presentada el pasado 30 de junio, por lo que no se tiene real idea de su nivel de peligrosidad y qué tipo de daños es capaz de hacer al cuerpo a largo plazo.
La detección de los primeros casos estuvo a cargo de Tom Peacock, virólogo del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres. Lo que se sabe hasta ahora es que cuenta con 45 mutaciones en común con otras variantes y con 15 mutaciones particulares.
La doctora Soumya Swaminathan dijo en un video difundido en la cuenta de Twitter de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aún “es demasiado pronto para saber si esta subvariante tiene más capacidad de escapar al sistema inmune o si causa una enfermedad más severa, pero estamos vigilando de cerca estos aspectos”, citó El Financiero.
El último reporte mundial indica que los casos de COVID subieron un 30% en parte debido al relajamiento de las medidas de protección y la caída de las pruebas de diagnóstico.
Los síntomas comunes son tos, fatiga, congestión nasal, dolor de garganta y cefalea. Como dato curioso se sabe que la pérdida de gusto y el olfato son menos comunes en esta nueva variante.