El informe sobre los orígenes de la pandemia del coronavirus, realizado por expertos de la OMS y chinos, analizó algunas hipótesis sobre cómo llegó el virus al ser humano, clasificándolas de la más a la menos probable.
Animal vector:
Esta
hipótesis, considerada por los expertos “entre muy probable”, defiende que el
virus se transmitió desde el animal huésped original, probablemente un
murciélago, al ser humano a través de un animal huésped intermedio.
Aunque los virus más parecidos se hallaron en murciélagos, la distancia evolutiva entre esos virus y el SARS-CoV-2 que causa el COVID-19 se estima en varias décadas, lo que sugiere un “eslabón perdido” entre ambos, según el informe.
El
SARS-CoV-2 se ha hallado en un creciente número de especies de animales, pero
los estudios sugieren que los humanos los infectaron. Hasta ahora, las pruebas
realizadas a una amplia gama de animales domésticos y salvajes en la región
donde comenzó el brote no mostraron indicios de SARS-CoV-2.
Fuga de un laboratorio:
Esta
hipótesis, considerada extremadamente improbable, considera que el SARS-CoV-2
se propagó por un accidente de laboratorio. Los expertos no consideraron la
hipótesis de la liberación deliberada, ya descartada por científicos.
“No hay registros de virus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 en ningún laboratorio antes de diciembre de 2019, ni de genomas que combinados pudieran proporcionar un genoma del SARS-CoV-2”, dice el informe. “El riesgo de cultivar accidentalmente el SARS-CoV-2 en el laboratorio es bajo”, agrega.
Transmisión directa:
Esta
hipótesis, considerada de posible a probable, supone que el SARS-CoV-2 pasó
directamente del huésped original, probablemente un murciélago, a los humanos. Virus
similares también se detectaron en el pangolín malayo y el informe no puede
descartar que los visones sean la fuente principal.
Aunque el parentesco genético más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago, el análisis indica que hay una importante diferencia evolutiva entre ellos. “Además, no es probable que los contactos entre humanos y murciélagos o pangolines sean tan frecuentes como el contacto entre humanos y ganado o animales salvajes de granja”.