Foto: freepik.es
Todos los
voluntarios que recibieron la nueva vacuna experimental contra el COVID-19
desarrollada por el Ministerio de Defensa ruso y el Centro Nacional de
Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya han presentado claros
indicios de inmunidad contra el patógeno.
“En el hospital militar clínico Burdenko el 3 de agosto ha tenido lugar la revisión médica final de los voluntarios que participaron en las pruebas clínicas de la vacuna contra el COVID-19, llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa junto con el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya”, informó el organismo de Defensa.
“Los
resultados de la investigación muestran claramente que todos los voluntarios
tuvieron una clara respuesta inmune como resultado de la vacunación”,
reportó el servicio del radiodifusión Zvezda del ministerio. Una respuesta
inmune es una reacción que ocurre en un organismo con el propósito de
defenderlo contra invasores externos.
Los voluntarios regresaron a la institución médica militar -donde se habían llevado a cabo los ensayos con humanos- al cumplirse el día 42 desde que recibieron la inyección para someterse a una revisión exhaustiva, tal y como establece el protocolo del experimento.
Precisan
que “no se ha detectado ningún efecto secundario o desviación en el
funcionamiento del organismo de los voluntarios”. Se prevé que la
fabricación arranque en septiembre y la vacunación masiva de la población rusa
contra la infección por coronavirus empiece en octubre.