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Si se
aprueba su utilización, la vacuna desarrollada por el consorcio liderado por la
Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca será probablemente
una de las primeras en distribuirse para la profilaxis contra coronavirus.
La vacuna ChAdOx1 nCoV-19, desarrollada por la Universidad de Oxford, está constituida por virus que afectan a chimpancés y han sido modificados para que se parezcan al SARS-CoV-2 (tienen un componente de su envuelta, la proteína S). Así, cuando esta vacuna se inocula en nuestro cuerpo, el sistema inmunitario reacciona como si fuera el coronavirus, solo que sin el más mínimo riesgo de desarrollar la enfermedad.
Con la
vacunación no sólo conseguimos evitar la enfermedad, sino que además
contribuimos entre todos a que el virus no se transmita. Nos protegemos
nosotros y protegemos a los demás. Un ejemplo claro de que la estrategia
funciona lo encontramos en la reciente erradicación de la polio en África.
Para analizar las reacciones a la vacuna se administró a parte de los individuos paracetamol antes de la vacunación. Los síntomas observados descritos en la figura son los habituales que muestran la mayoría de otras vacunas que han demostrado ser seguras para multitud de enfermedades.
La máxima
intensidad de los síntomas se manifestó un día después de la vacunación y desaparecieron
por completo antes de los 7 días, aunque alguna reacción mostró características
severas, en ningún caso se necesitó hospitalización.