El 80% de los pacientes de covid-19 se recupera de la
enfermedad sin requerir tratamiento hospitalario, según la Organización Mundial
de la Salud, sin embargo uno de cada seis puede desarrollar un cuadro grave con
dificultad para respirar (disnea) y pérdida de la calidad de la voz (disfonía).
Durante el inicio del contagio, la fase aguda o la recuperación, incluso durante meses, una persona puede ver limitada su capacidad respiratoria. La calidad de la voz también se verá afectada, produciéndose una disfonía.
Los síntomas descritos evidencian pérdida en la calidad de
la voz, fatiga respiratoria, odinofagia (dolor al hablar), sensación de presión
en el pecho o cansancio en cualquier mínimo movimiento.
También ronquera o voz con pérdida de brillo, entrecortada, «áspera» o seca; dolor laríngeo y pectoral; sensación de rigidez en la garganta; dolor en el cuello o disminución de la escala tonal. Cuando se tiene coronavirus es probable que se experimenten ataques de tos excesivos y prolongados.
Si la tos es continuada, puede hacer que las cuerdas vocales
se inflamen, se vuelvan rígidas y menos flexibles. En este sentido, la calidad
de la voz cambia, convirtiéndose a menudo en un sonido más áspero y profundo, posiblemente
no más que un incómodo susurro.