El pasado lunes, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus ha dicho que los contagios globales por COVID-19 se han reducido a la mitad desde principios de 2021, cayendo de cinco millones en la primera semana de enero hasta 2,6 millones durante los pasados siete días.
“Esto demuestra que las medidas de salud pública básicas funcionan, incluso ante la presencia de nuevas variantes” del COVID-19, afirmó el funcionario en una conferencia de prensa.
El
experto señaló que la semana pasada se registró la cifra más baja de nuevos
casos desde octubre, antes de que comenzara la tercera oleada en regiones como
América y Europa.
“Lo
importante ahora es ver cómo respondemos a la actual tendencia porque el
incendio no está apagado, simplemente hemos reducido su tamaño. Si dejamos de
luchar contra él podría volver a aumentar”, aseguró agregando: “Cada día en el
que hay una reducción de infecciones significa que se salvan vidas, se evita
sufrimiento y se reduce un poco más la presión en los sistemas sanitarios”.
Por
otro lado aseguró que “una vez que tengamos vacunas de segunda o tercera
generación, la vacunación contra el COVID-19 sí se podría incluir en una
estrategia a largo plazo de control de la enfermedad y de prevención de la
misma, como ya se hace desde hace muchos años con la vacunación de la fiebre
amarilla”.