La
aparición de trombos en la sangre de algunas personas que fueron vacunadas
contra el coronavirus ha despertado dudas entre los ciudadanos. Un experto en
el tema explicó que los problemas de circulación no son propios de las vacunas,
otras patologías, medicamentos y circunstancias también causan alteraciones en
la circulación sanguínea.
Hasta la fecha los estudios indican que las vacunas contra el COVID-19 tienen una incidencia muy baja que desencadenan estas afectaciones.
“Lo que se
ha conocido hasta el momento con AstraZeneca y Janssen, se ha reportado, que
existen unas alteraciones fisiopatológicas por una molécula que se llama el
factor plaquetario, la incidencia de estos trombos es bastante baja, con
respecto a desarrollar trombos por la misma enfermedad que es el COVID-19”,
señaló el médico internistas y hematólogo Humberto Martinez Cordero.
Existen otras condiciones y enfermedades que originan las dificultades sanguíneas, “El consumo de medicamentos relacionados algunas veces con el tratamiento del cáncer que pueden incrementar la posibilidad de llevar a un paciente a un problema de circulación”, explicó el especialista.
El sistema
de coagulación está regulado por unas moléculas en la sangre capaces de
controlar un sangrado, cuando fallan no es posible la libre circulación, lo que
puede llevar a que una persona desarrolle trombos.