Que el
SARS-CoV-2 afecta al sistema cardiovascular es uno de los primeros datos que obtuvierón
los investigadores. En cuanto comenzó a expandirse por China, los sanitarios
observaron que afectaba más duramente a las personas con patologías cardíacas
previas.
Con el tiempo han surgido dos teorías sobre los efectos del coronavirus en el corazón. Por un lado, se piensa que puede estar relacionado con el intenso proceso inflamatorio que desencadena, especialmente en algunos enfermos.
Por otro
lado, se cree que puede ser simplemente por la capacidad de las partículas
virales para invadir las células cardíacas. Debido a un estudio publicado
recientemente en Journal of the American
College of Cardiology, se sabe cuál de las dos opciones es la más probable.
Para la
realización de este estudio, los científicos se centraron en las autopsias de
cuatro pacientes que habían padecido los efectos más duros del coronavirus en
el corazón.
Extrajeron muestras del tejido cardíaco, centrándose en las células del músculo, llamadas cardiomiocitos. Encontraron tantos restos de la proteína espiga, usada por el SARS-CoV-2 como llave de entrada a las células, como de algunos de los componentes de la cápsula que rodea el ARN viral.
Esto
anularía la primera teoría y aportaría fuerza a la segunda. Además, apoya
estudios anteriores, que ya habían detectado una gran cantidad de receptores
ACE2 en las células cardíacas.