La luz ultravioleta se ha estado usando desde hace años para acabar con virus y bacterias y, gracias a ello, una empresa asturiana ha realizado el primer estudio científico para eliminar el COVID-19 a través de ese método.
Gracias a esta investigación, se ha podido conocer cómo actúa el virus con esta luz ultravioleta, además del tiempo que tarda en eliminar al virus. A partir de ahí, han desarrollado “unos equipos y una patente que permite ser punteros en el uso de esta tecnología para atacar el SARS-CoV-2”.
Así lo ha
explicado el director de Desarrollo de Negocio, Luis Prada, quien distingue la
eliminación del virus en superficie y en el aire, ya que “son dos sistemas
paralelos”. “Multiplicamos por cuatro la radiación ultravioleta dentro de
una cámara cerrada que se puede utilizar en presencia de personas y nos permite
eliminar el virus en 0,02 segundos”.
“En el momento que entran personas en la sala y detectan que hay monóxido de carbono, el sistema automáticamente empieza a funcionar y a tratar el aire”.
“Recogemos
ese aire, lo pasamos por nuestros sistemas, desactivamos el virus que contiene
y lo devolvemos a la sala. Pasamos de una probabilidad de contagio de un 40% a
un 5%”.