A finales de diciembre, se inició el proceso de vacunación
en Chile con las primeras dosis provenientes del laboratorio Pfizer-BioNTech,
destinadas a los funcionarios de salud que trabajan en las unidades de
pacientes críticos de algunos hospitales de las regiones del Biobío, La
Araucanía, Magallanes, Metropolitana, Los Lagos, Los Ríos, Maule, Tarapacá y
Valparaíso.
Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago (Usach), explica que es posible infectarse de influenza y COVID-19, lo cual es más peligroso para el paciente.
Sin embargo, la probabilidad que esto suceda es baja. “Es
poco frecuente la coinfección entre dos virus respiratorios porque compiten
entre sí, además, habiendo menor circulación de influenza en el último año a
causa del uso de mascarillas, los confinamientos, etc., se han visto muy pocos
casos de pacientes infectados por los dos virus”.
Silva agrega que vacunarse contra la influenza es fundamental ya que, en invierno podría bajar la circulación viral de coronavirus, lo cual provocará que aparezcan otros virus respiratorios.
“Lo recomendable es vacunarse dos semanas después de la vacuna
contra el coronavirus. Si bien no es peligroso ni está contraindicado vacunarse
entre dosis, podría alterar la respuesta inmune. Es mejor recibir las dos dosis
contra el COVID y al menos, dos semanas después, recibir la dosis de la vacuna de
la influenza”.