En un nuevo
artículo publicado en “Physics of Fluids”, investigadores del Instituto de
Computación de Alto Rendimiento A*STAR han llevado a cabo un estudio numérico
sobre la dispersión de gotas utilizando una simulación del flujo de aire a alta
resolución.
De esta manera los físicos hallaron que una sola gota, generada por una tos, con un tamaño de 0,1 milímetros transportada en un aire que corre a 2 metros por segundo, puede viajar hasta 6,6 metros e incluso más si el aire es seco.
“Además de
usar una máscara, encontramos que el distanciamiento social es generalmente
efectivo, ya que se muestra que la deposición de gotas se reduce en una persona
que está al menos a un metro de la generación de la tos”, explica Fong Yew
Leong, uno de los autores del estudio.
Una tos típica emite miles de gotas en un amplio rango de tamaños: las gotas grandes se depositan rápidamente en el suelo debido a la gravedad, si bien el chorro de tos podría proyectarlas un metro incluso sin viento. Por el contrario, las gotas de tamaño mediano se pueden evaporar en gotas más pequeñas, que son más ligeras y fáciles de ser transportadas, además de ser capaces de viajar más lejos.
Por otro
lado, se tuvo en cuenta varias velocidades del viento y otros factores
ambientales, como la humedad, así como un análisis desde varios ángulos para
poder identificar las posibles trayectorias de estas gotas portadoras del nuevo
virus SARS-CoV-2.