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Mientras distintos equipos científicos alrededor del mundo intentan desarrollar una vacuna contra el COVID-19, Pekín ha estado promoviendo el uso de la medicina china tradicional (TCM, por sus siglas en inglés) para dar tratamiento a las personas contagiadas.
Un documento reciente publicado por el gobierno chino aseguraba que 92% de los casos de covid-19 en el país habían sido atendidos con este tipo de medicina.
Esta medicina es una de las prácticas médicas más antiguas del mundo e incluye un amplio rango de tratamientos desde brebajes preparados con hierbas hasta la acupuntura y el Tai Chi.
Expertos
aseguran que China está buscando expandir el atractivo de la TCM tanto dentro como
fuera de sus fronteras, pero sin embargo muchos profesionales formados en la
medicina occidental son escépticos sobre su utilidad.