Un estudio
de la Universidad Estatal de Ohio, realizado en habitaciones en las que se
aisló a pacientes infectados ha mostrado que el ARN del coronavirus, parte del
material genético de un virus, puede persistir hasta un mes en el polvo.
El estudio no evaluó si el polvo puede transmitir el virus a los humanos, sin embargo, podría ofrecer otra opción para controlar los brotes de COVID en edificios específicos, como residencias de ancianos, oficinas o escuelas.
El estudio,
publicado en la revista “mSystems”, descubrió que parte del material genético
del corazón del virus persiste en el polvo, aunque es probable que la envoltura
que rodea al virus se rompa con el tiempo en el polvo. La envoltura, la esfera
con forma de corona que contiene el material del virus, desempeña un papel
importante en la transmisión del virus a los humanos.
Para este estudio, el equipo de investigación trabajó con las cuadrillas responsables de la limpieza de las habitaciones de la Universidad Estatal de Ohio donde se aislaron los estudiantes que dieron positivo en la prueba de COVID-19.
También
recogieron muestras de dos hogares donde vivían las personas que dieron
positivo en la prueba. Recogieron bolsas de polvo de los equipos de limpieza y
de las casas.