Foto: schengenvisainfo.com
Un estudio
que ha sido elaborado por unos investigadores italianos afirman que
“habría que hacer un nuevo test de la COVID-19 a los 30 días de los
primeros síntomas”.
La investigación, publicada en la revista médica BMJ Open, establece que el virus podría seguir en el organismo pasadas las cuatro semanas de su detección, por ello creen que un segundo test sería factible para confirmar o no la desaparición del virus y evitar así nuevas infecciones.
Los autores
del estudio, dirigido por Francesco Venturelli, de la unidad de Epidemiología
del IRCCS de Reggio Emilia, con los resultados obtenidos, alertan de que el
virus “tarda una media de 30 días en desaparecer del cuerpo tras el primer
test positivo y de 36 después de la aparición de los primeros síntomas”.
“Aún se desconoce hasta qué punto una persona es infecciosa durante la convalecencia”, afirma uno de los autores. Para llevar a cabo el estudio, Venturelli y su equipo analizaron la evolución de 4.480 personas de la región italiana Emilia-Romaña, una de las zonas más afectadas del país durante la pandemia, entre el 26 de febrero y el 22 de abril de 2020.
De todos
estos individuos, 428 personas fallecieron y 1.259 terminaron con el virus
cuando se les sometió a un segundo test después de haber pasado 31 días desde
el inicial positivo.