Uno de los mitos que se ha propagado es que el uso constante de mascarillas puede hacer que una persona contraiga el ‘hongo negro’.
Tras la confirmación de casos de ‘hongo negro’ en Guatemala, han surgido muchas dudas respecto a esto, una de ellas es: ¿puede contraerse la enfermedad al usar constantemente la mascarilla?
Antes de poder responder esta duda, recordemos que esta enfermedad se llama realmente “Mucormicosis” es una infección que puede afectar al cerebro y pulmones.
La lógica ante ese mito es que al respirar se emite vapor y eso moja la mascarilla por dentro. Al mojar la mascarilla se crea un campo de cultivo para virus, bacterias y hongos presentes en el ambiente. Al respirar se respira a todos eso, potenciando el adquirir alguna enfermedad.
La OMS explicó que la única forma de ocurrir una contaminación de la mascarilla es en caso de una manipulación incorrecta o no cambiarla oportunamente cuando se haya humedecido o ensuciado.
Esas condiciones favorecen la multiplicación de microorganismos y en algunos casos volverlas una fuente de contaminación.
El problema no son las mascarillas, es la higiene. Por ejemplo, las mascarillas de tela deben ser lavadas luego de cada uso. “Si se usa una misma y no se lava, eso se va a volver un material sucio por eso debe ser lavado con agua caliente, o con agua y jabón suficiente”, afirma el director del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.