“Las
alergias en general no son un factor de riesgo, a lo único que hay que apuntar
es a que los pacientes asmáticos, así como quienes tienen EPOC u otras
enfermedades respiratorias crónicas, tengan su asma controlado”, señala Claudio Parisi, jefe las secciones
Alergia Adultos y Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires.
“Si esas enfermedades no están bien controladas, si no se está usando bien la medicación, esto puede generar un empeoramiento en la evolución del cuadro de COVID-19”.
Daniel
Vázquez, especialista jerarquizado en Alergia e Inmunología, miembro titual de
la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, puntualiza: “El asma
bronquial tiene distintos grados de severidad. El único que está reconocido
desde el principio de la pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
como grupo de riesgo, es un tipo de asma que se llama asma persistente, moderada
y severa. Y es un muy, muy pequeño porcentaje de la población, no representa más
allá del 2, 2.5 por ciento de la población de asmáticos. Por lo tanto, no
significa que tener asma sea una condición de riesgo”, refuerza.
“Hay que tener en cuenta que otras enfermedades alérgicas como la rinitis, las alergias alimentarias, las alergias a medicamentos, no son cuadros que aumenten el riesgo ni de contraer coronavirus ni de tener una evolución grave. Al menos eso es lo que sabe ahora”, explica el profesional.
“Habitualmente,
los asmáticos deben vacunarse contra la gripe, ya que ésta puede producir
inflamación pulmonar y empeorar los síntomas del asma. Si existe un problema
respiratorio al que se suma un virus que te puede generar un mayor problema
respiratorio, es como una bomba de tiempo”, destaca.