Mal Martin, de 58
años de edad, fue internado una semana luego de que sintiera mal y estuvo
conectado a un respirador artificial durante 61 días.
Su esposa y sus hijos se despidieron de él antes de que entrara en coma inducido. La recuperación de Martin fue descrita por los médicos que lo atendieron como un milagro.
Captura de pantalla
“Solo puedo
caminar un poco, tengo muchos mareos, tengo problemas con mis pulmones, pero lo
más grave son los problemas en mis riñones, esto solo funcionan actualmente al
12%.
“Perdí visión en mi ojo derecho, algo que nunca voy a recuperar y me han hecho amputaciones en mis manos (perdí el pulgar en una mano y el dedo índice de la otra y perderé medio dedo y el pulgar de la mano derecha).
Captura de pantalla
“Pensé en lo
increíble que era el NHS (las siglas que identifican al Servicio Nacional de
Salud) y cómo todas las personas que habían estado involucradas habían sido
realmente fantásticas”.