Desde el
inicio de las campañas de vacunación contra el coronavirus, se han notificado
casos de personas en algunos países que han fallecido poco después de recibir
la inyección, pero estas muertes son muy pocas y no se atribuyen por el momento
a la vacuna.
Cabe mencionar que la semana pasada, Noruega informó de 33 muertes de personas mayores a las que se le inyecto la vacuna de Pfizer/BioNTech. Hasta ese momento, se había vacunado a 20.000 residentes en centros de ancianos.
“Al menos
13 de los fallecidos, cuyo perfil se examinó de cerca, no sólo eran personas
mayores sino también frágiles y con graves enfermedades”, precisó la agencia
del medicamento.
Por ahora, no
se atribuyó ninguna muerte de una persona mayor a la vacuna de (Pfizer/BioNTech),
resumió el 18 de enero la Agencia Europea de Medicamentos, recordando que las
autoridades investigan siempre que se detecta una muerte o evento grave.
Los sistemas de farmacovigilancia nacionales y a nivel europeo se usan para identificar los efectos adversos de una vacuna, señalados por el personal médico y los fabricantes, e incluso por los pacientes.
Por el
momento, visto el número y el perfil de las personas, no se consideran
anormales las muertes a la vista de las estadísticas de fallecidos entre la
población vacunada.