Expertos, explican
que todos los virus mutan constantemente, a diferente ritmo y con diferentes
repercusiones. Sobre la variante B.1.1.7, reportada por Reino Unido en
diciembre, han preocupado los reportes de que puede ser hasta 50% más
contagiosa.
Conforme se dan los contagios, se van dando errores en el copiado y entonces ocurren las mutaciones o cambios en el código genético de los virus, como el que provoca COVID-19. Al realizar la secuenciación genética o análisis del virus, a partir de las muestras tomadas en diferentes regiones del mundo, es que los científicos identifican ciertas características por las que dichas mutaciones pueden agruparse en variantes o linajes.
Cada una de
las ramas que surgen directamente del SARS-CoV-2 son denominados linajes, a los
que se les designa con una serie de números y una letra del abecedario, para
identificarlos, considerando su orden de aparición y su composición genética.
Tanto la variante de Reino Unido como la de Sudáfrica comparten una mutación, la de la posición 501. La abreviatura de esta mutación es N501Y, que también es señalada en ocasiones como S: N501Y, para especificar que está en la proteína spike (o de pico) del virus.
Los dos
tipos o cepas de coronavirus más conocidas hasta ahora son: el SARS-CoV-2
hallado en Wuhan, China, desde finales de 2019.
Y antes el
SARS-CoV, que causa el síndrome respiratorio agudo severo o SARS. Entonces se
le llama cepa a cada uno de los nuevos tipos o especies de coronavirus.