Según un estudio de la Universidad de Medicina Veterinaria
de Viena (Vetmeduni) el coronavirus podría permanecer infeccioso hasta 24 horas
al aire libre durante los meses de invierno.
La investigación, de la Universidad analiza el efecto de la radiación ultravioleta (UV) natural que emite el sol sobre los coronavirus, tanto en superficies como en aerosoles, dado que tiene en principio, el potencial de volverlos inofensivos.
Para medir la relación entre la radiación solar y la
desactivación del SARS-Cov-2, los científicos han combinado datos de satélite
sobre la cantidad de radiación ultravioleta que llega a La Tierra con la
información disponible sobre la efectividad de este tipo de radiación en los
coronavirus.
“El virus no es muy sensible a la temperatura: harían falta 50 o 60 grados centígrados para desactivarlo, temperaturas que solo encuentras en el desierto”, explica a Efe el investigador.
En los casos de infección de persona a persona, sin embargo,
la radiación ultravioleta apenas tendría efecto, ya que la transferencia del
virus es mucho más rápida que su desactivación.