El simple hecho de ser músicos y tocar metal, les valió a Nikan “Siyanor” Khosravi y Arash “Chemical” Ilkhani ser arrestados en 2015. Los iraníes de la banda Confess fueron detenidos en su país acusados de blasfemia y encerrados en confinamiento solitario mientras aguardaban una condena que podía llegar a la pena de muerte.
Sin embargo, ambos músicos lograron encontrar un vacío en la ley iraní para evitar la muerte. En su defensa, señalaron que en sus canciones ponían en duda a Dios, no a Mahoma, y poner en duda a Dios no es un crimen que esté asociado a la pena de muerte en su país.
Dos años después de su detención, Khosravi y Ilkhani fueron liberados tras pagar una fianza de 30.000 dólares cada uno, escapando a Turquía para luego buscar asilo en Noruega, en donde viven hasta hoy, publica Metal Injection.
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Recientemente, la Justicia iraní dio su sentencia para ambos músicos. En ella se explicita que Khosravi fue condenado a 12,5 años de prisión y recibir 74 latigazos por cargos como “cuestionar el carácter sagrado del Islam” e “insultar a la autoridad suprema”. Por su parte, Ilkhani fue castigado con 2 años de cárcel, una pena menor por no ser el compositor principal del grupo.
Como era de esperar, ninguno de los dos pretende volver a Irán para cumplir la condena, e incluso lanzaron una canción en respuesta al fallo judicial. Por ahora están seguros en Noruega, pero si tocan suelo iraní no podrán zafar del duro castigo.
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