La sangre de los actores Tom Hanks y Rita Wilson, quienes
fueron dos de las primeras celebridades que confirmaron públicamente estar
contagiados de COVID-19 el pasado marzo, será empleada por un grupo de expertos
médicos como muestra para las labores de investigación que, con suerte,
desembocarán en el desarrollo, más pronto que tarde, de una vacuna con la que
combatir la pandemia.
Ha sido el mismo actor quien ha dado los detalles en una
entrevista para la emisora de radio NPR, en la que se mostró muy feliz de
contribuir a la batalla contra la enfermedad.
En el caso de que sus anticuerpos tomen el liderazgo en
la lucha contra el virus, el intérprete ha propuesto (bromeando) que la vacuna
lleve su nombre.
En la mina entrevista Tom recalcó que él y su esposa ya
se encuentran plenamente recuperados de los efectos de la infección, los cuales
supusieron un golpe mayor para la artista dados los elevados niveles de fiebre,
dolor muscular y náuseas que tuvo que soportar durante su convalecencia
conjunta en Australia.
“La verdad es que Rita lo pasó mucho peor que yo, su
fiebre fue mucho más alta y también sufrió otros síntomas. Perdió por completo
los sentidos del gusto y del olfato. Durante buena parte de las tres semanas,
no podía disfrutar en absoluto de la comida. Tenía náuseas con frecuencia y no
podía hacer otra cosa que arrastrarse por el suelo para poder ir al baño. Fue
todo más largo de lo esperado” contó el actor.