Esta luz es
invisible, pero poderosa: los virus, las bacterias y otros gérmenes se eliminan
en segundos si son irradiados con ella. La radiación daña su genoma y evita que
los patógenos puedan seguirse multiplicando.
La radiación se ha utilizado durante décadas, por ejemplo, para desinfectar el agua potable y de baño. Las superficies de ambulancias y cintas transportadoras industriales también se limpian con lámparas UVC, también elimina los gérmenes del aire en las habitaciones.
Desde que
el coronavirus se convirtió en un nuevo tipo de patógeno en el mundo, que también
puede transmitirse a través de aerosoles en el aire, la desinfección con UVC ha
vuelto a ser de particular interés.
La empresa holandesa Signify ha creado una nueva lámpara UVC. Hasta ahora, las lámparas que funcionan mientras las habitaciones están ocupadas por personas habían sido blindadas por una carcasa hermética. Con la lámpara Signify, en cambio, la radiación se dirige hacia arriba con ayuda de un reflector y forma un velo UVC bajo el techo, a través del cual el aire circula y se desinfecta.