Muchas personas han visto en los cigarrillos electrónicos una buena manera para dejar de fumar. Sin embargo, se han conocido varios casos en que el dispositivo ha explotado provocando graves lesiones en los usuarios.
Uno de ellos es el de Austin Adams, un joven de 17 años residente de Nevada, Estados Unidos, que para dejar de formar adquirió uno de estos dispositivos. Lamentablemente el cigarrillo explotó mientras lo tenía en su boca provocándole la fractura de piezas dentales y parte de la mandíbula.
“Mi otro hijo entró corriendo y él dijo: ‘Explotó, explotó’. Austin tenía su mano sobre su boca, y estaba sangrando. Solo lo miré y le dije: ‘Sube al auto'”, contó la madre del joven en entrevista con New England Journal of Medicine.
El hecho ocurrió en marzo del año pasado, pero recién ahora salió a la luz. La doctora Katie Russell, directora médica de traumas del Primary Children’s Hospital y quien estuvo a cargo del tratamiento de reconstrucción de Austin, reconoció que nunca había visto algo así.
“No tenía idea de que un cigarrillo electrónico pudiera causarle una lesión tan grave, porque se necesita algo de fuerza para romperle la mandíbula”, dijo.
Los especialistas debieron coser la encía del joven y colocar placas y aparatos ortopédicos temporales para mantener los dientes restantes alineados.
Russell dice que aunque nunca había visto algo como lo que le ocurrió a Austin, ha sabido de unos 40 casos de pacientes que han sufrido la explosión de estos dispositivos.
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