Cuando la pandemia parecía estar bajo control, la irrupción de la variante Ómicron, que es altamente contagiosa, provoca récord de contagios en el mundo y en Argentina donde ya hay circulación comunitaria y este miércoles se registraron más de 95 mil casos.
Surgida hace poco más de un mes en Sudáfrica, los estudios conocidos hasta ahora sugieren es mucho más transmisible que Delta y en personas vacunadas dos dosis genera una enfermedad leve, con síntomas similares a los de la gripe y de corta duración.
Otra diferencia entre Ómicron y las variantes previas es su tiempo de incubación. Una persona expuesta necesita solo 3 días para desarrollar síntomas y dar positivo en un testeo. En el caso de la Delta y el coronavirus original, este período iba de 4 a 8 días, e incluso hubo casos donde se extendió hasta las dos semanas.
Y si bien el período infeccioso (es decir, cuando una persona infectada puede contagiar a otras) puede comenzar uno o dos días antes de que aparezcan los síntomas, es probable que las personas sean más contagiosas durante el período sintomático. En pacientes asintomáticos, se calculan las 48 horas anteriores al hisopado positivo.
Asimismo, se estima que el período infeccioso dura de 8 a 10 días en los casos moderados y un promedio de hasta dos semanas en los casos graves. Sin embargo, la infectividad generalmente cede siete días después del inicio de los síntomas.