Un caso conmocionó a la comunidad de Rosario, en Argentina, cuando un hombre de 35 años abandonó a su madre en silla de ruedas en un bar de la ciudad y luego se negó a regresar por ella. Según recoge un medio, el sujeto la dejó en una mesa del establecimiento, le pagó el almuerzo y se retiró sin mediar palabra.
Fue el personal del establecimiento quien comenzó a percatarse de la situación, preocupados porque nadie la iba a buscar. Cuando, alrededor de las seis de la tarde, el dueño llamó a un geriátrico y dio con una enfermera que trabajaba allí y que también era clienta del bar.
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Posteriormente, la enfermera llegó e intentó contener a la señora y buscarle algún lugar para dejarla, pero, según informó el medio, la profesional no consiguió el lugar porque no pudo obtener información de la adulta mayor.
En tanto, Enrique, el dueño del local, logró conseguir el número de teléfono del hijo de la mujer, llamándolo dos veces para que el hombre regresara. El propietario contó que “llamé al hijo y me dijo que con 35 años ya había hecho demasiado por su madre, que la sacara y la dejara en la puerta del bar porque él no iba a hacer más nada por ella”.
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“Las dos veces que hablé me dijo que la dejara en la calle, y le contesté que lo hiciera él, porque yo soy incapaz de abandonar a una señora en la calle y dejarla a la buena de Dios”, agregó el hombre. Más tarde, personal de la Coordinación General del Gabinete municipal, la Secretaría de Control y Convivencia y operadores de Desarrollo Humano llegaron hasta el bar para hacerse cargo del caso.