Pobladores al noroeste de Siria hallaron a una niña recién nacida que lloraba entre los escombros de un edificio, informaron familiares y médico.
“Cuando la hallaron, la bebé estaba enterrada y todavía unida a su madre muerta por el cordón umbilical. Es la única de su familia que sobrevivió al derrumbe del edificio el lunes en la pequeña población de Jinderis, cerca de la frontera con Turquía”, dijo un familiar.
Rescatistas la hallaron el pasado lunes por la tarde, 10 horas después del sismo, una vecina cortó el cordón y la llevaron rápidamente a un hospital de niños de la localidad.
Según los médicos, la menor habría nacido unas tres horas antes de que fuera hallada, además, presentaba varias contusiones pero su estado era estable.
El terremoto de magnitud 7.8 que se registró el pasado lunes al amanecer, seguido de varias réplicas, causó destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria.
La cifra de muertes superó los 6,200 el martes y seguía aumentando a medida que se hallaban más cadáveres.