El jengibre es un ingrediente antibacteriano, antiviral y expectorante natural, con muchos beneficios para la salud. Cuando lo consumimos para tratar la tos también ayudamos al estómago, porque su ingesta favorece la digestión, reduce la inflamación estomacal y los gases.
Jarabe de jengibre, miel y limón:
Ingredientes:
- ½
raíz de jengibre fresco (60 g)
- 2
limones pequeños, cortados en rodajas
- 1
cucharada de miel (25 g)
Preparación:
Después de
lavar y quitar la piel al jengibre, se corta en tiras finitas. El limón,
previamente lavado se corta por la mitad de manera horizontal y se sacan varias
rodajas. En un recipiente, previamente esterilizado, se coloca una capa de
jengibre y otra de limón.
Se cubre con la miel y se deja reposar durante la noche. Lo recomendable es tomar una cucharada tres o cuatro veces al día como jarabe; se puede atenuar el sabor con un poco de agua tibia si nos parece muy fuerte. Refrigerado, este jarabe puede durar hasta cuatro meses.
Té de jengibre:
Ingredientes:
- 3
cucharadas de jengibre fresco (45 g)
- 1
taza de agua (250 ml)
- 1
rodaja de limón
- ½
cucharada de miel de abeja (12 g)
Preparación:
Cortamos el jengibre en rodajas y lo agregamos a una taza de agua caliente. Incorporamos la rodaja de limón y la miel de abeja, revolvemos para integrar todos los ingredientes, dejamos reposar 5 minutos y listo ya podemos beberlo.
Té de jengibre, miel y equinácea:
Ingredientes:
- 2
cucharaditas de la raíz o de las hojas de la equinácea (10 g)
- 1
cucharadita de jengibre fresco (5 g)
- 4
tazas de agua (1 litro)
Preparación:
Calienta el agua y cuando hierva, añadir la equinácea y el jengibre. Tapa la olla, apaga el fuego y deja reposar durante 15 minutos. Pasado el tiempo indicado, cuela y bebe. Este té se puede tomar tres veces al día para hidratar la garganta, reducir la irritación y calmar la tos.