La sal está compuesta aproximadamente de un 40 por ciento de sodio y un 60 por ciento de cloro. Sin embargo, la mayor fuente de sodio en la dieta está unido al consumo de alimentos procesados, con un 70%, seguido de las preparaciones de los restaurantes 20% y finalmente, el sodio natural de los alimentos,
La enfermedad cardiovascular, como parte de las enfermedades no transmisibles, tiene como principal factor de riesgo el aumento en la presión arterial, que se constituye en la causa probable de muerte y el segundo de discapacidad por enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal. El alto consumo de sodio, se encuentra relacionado con la hipertensión.
Al respecto, Elisa María Cadena, subdirectora de Salud Nutricional, Alimentos y Bebidas manifestó que “la reducción de la ingesta de sal/sodio contribuye a la disminución de la tensión arterial, tanto en las personas hipertensas como en las normotensas y constituye una de las estrategias más costo-efectiva para la reducción de las enfermedades cardiovasculares”.
Según la subdirectora, el 70% del sodio consumido proviene de los alimentos procesados, entre los se encuentran: salsas y aderezos, sopas y bases deshidratadas, snacks, embutidos, quesos, grasas, galletería y panadería envasada, sardinas enlatadas y cereales para el desayuno.