El coronavirus provoca una pérdida repentina y grave del sentido del olfato y una pérdida “total” del sentido del gusto.
La pérdida del olfato que produce el COVID-19 es única y muy diferente a la que puede experimentar alguien afectado por un fuerte resfriado o gripe, según indican investigadores europeos que han estudiado el tema.
Por ejemplo, cuando los pacientes con COVID-19 tienen pérdida del olfato, esta tiende a ser repentina y grave.
Por lo general, tampoco tienen la nariz tapada, ni secreción nasal. De hecho, la mayoría de las personas con coronavirus aún pueden respirar libremente.
Otra cosa que distingue al COVID es que provoca una pérdida “total” del sentido del gusto. Es decir, el coronavirus no simplemente reduce la capacidad de distinguir los sabores por la afectación del sentido del olfato, explican los investigadores en la revista Rhinology.
Los pacientes con coronavirus con pérdida del gusto realmente no pueden diferenciar entre amargo o dulce, afirman.
Los expertos creen que esto se debe a que el SARS-CoV-2 afecta a las células nerviosas directamente involucradas con el olfato y el gusto.
Principales síntomas del COVID-19:
• Fiebre
• Tos nueva y continua
• Pérdida del olfato o el gusto
La recomendación es que cualquiera que tenga estos síntomas debe aislarse y someterse a una prueba para verificar si tiene el virus.