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La pérdida de olfato, gusto, fiebre, tos seca y cansancio son de los síntomas más comunes cuando hablamos de COVID-19, pero, recientemente los investigadores comenzaron a observar una tendencia inusual: la pérdida del olfato y el gusto podría persistir meses en pacientes recuperados.
Según
un estudio realizado, los Archivos Europeos de Otorrinolaringología en 417
pacientes que sufrieron formas leves de COVID-19 en Europa, el 88% y el 86%
informaron disfunciones del gusto y el olfato, respectivamente.
La mayoría de estos pacientes no podían saborear ni oler, tras la desaparición de los otros síntomas. Pero, según los datos, una cuarta parte de las personas recuperaron su capacidad para saborear y oler dentro de las dos semanas posteriores a la disipación de otros síntomas.