Foto: nssmag.com
Kim
Kardashian ha confesado lo mal que la pasó en el Met Gala gracias a su
deslumbrante vestido, para el cual tuvo que entrar en un angosto corsé.
El
diseño de Thierry Mugler, simulaba un cuerpo mojado con adornos en forma de
gotas de agua, en el que Kim lució como una verdadera diosa saliendo del mar, ha
sido uno de los looks más comentados y aplaudidos de la noche, pero que también
ha sido el outfit más sufrido, así lo contó ella misma diciendo “Nunca he sentido
tanto dolor en mi vida”.
Foto: Instagram
La
empresaria reveló que fue todo un evento meterse en el extremadamente ajustado
corsé, pero que llevarlo toda la velada fue un verdadero sufrimiento.
El costo de lucir una figura perfecta pues le dejó marcas en el cuerpo: “Tendría que enseñarte las fotos de después, cuando me lo quité, las marcas en mi espalda y estómago“.
Kim
recibió clases de respiración días antes de la gala, para no asfixiarse.
Además, se sometió a una estricta dieta, y no pudo sentarse en toda la noche.
Foto: Instagram
No
obstante, para la esposa de Kanye West “valió la pena” luego de ver
las caras de asombro de la gente con lo que había logrado, que incluso desató
el rumor de que se había extraído varias costillas para lucir esa cintura.