Todo pasó en el Aeropuerto Internacional de Tel Aviv, allá en Israel. Resulta que la familia, proveniente de Estados Unidos, realizó un viaje turístico por ese país. Pero en uno de sus recorridos, uno de los niños encontró el artefacto sin explotar y decidió conservarlo como recuerdo.
La familia dio su visto bueno y metieron la bomba en una de sus maletas para emprender el viaje de regreso a casa. Pero justo al pasar por los controles de seguridad, el artefacto fue detectado y bueno, vino el caos.
Y es que naturalmente la seguridad del aeropuerto comenzó a sonar una alarma para que todas las personas evacuaran el lugar. Un periodista llamado Itay Blumental difundió videos del momento en que la gente trata de resguardarse, y se reporta que un hombre terminó con lesiones al intentar escapar por una cinta transportadora.
Todo indica que la bomba data de la guerra que se libró en 1967 en Israel, conocida como la Guerra de los Seis Días; aunque también podría ser de 1973, pues ese año también hubo diversos conflictos en la frontera entre Israel y territorio árabe.
De acuerdo con un medio, la familia fue sometida a un intenso interrogatorio, pero cuando los agentes determinaron que su historia era real, los dejaron continuar su viaje sin la bomba, seguramente.