Un equipo internacional de científicos ha detectado por primera vez un rayo azul desde el primer microsegundo de su génesis y que se propaga en la estratosfera.
El descubrimiento fue publicado en la revista Nature y según han indicado, afecta al estudio del calentamiento de las zonas más altas de la atmósfera terrestre y al Circuito Eléctrico Global (CEG).
La separación de cargas eléctricas que se produce en el interior de una tormenta genera un movimiento ionizador de los componentes de la atmósfera, que da lugar a los conocidos “rayos” los cuales se desplazan unas veces entre nubes, y otras, de la nube al suelo o viceversa.
Los investigadores han dicho que existe otra clase de sucesos más raros que aparecen como chorros muy azules e intensos que ascienden desde la nube hacia las partes más altas de la atmósfera. Son los llamados “blue jets, blue glimpses y blue starters”.
Los Blue Jets se originan a 10-15 kilómetros de altura desde las nubes, ascienden en la atmósfera y solo pueden ser observados desde el espacio.
El equipo de investigación liderado por Víctor Reglero, catedrático de Astronomía y Astrofísica junto a investigadores daneses y noruegos, detectó y caracterizó totalmente un rayo azul, determinando su posición, duración, evolución y velocidad desde su origen en la capa superior de las nubes.
También se estableció la relación entre el rayo progenitor y su evolución en forma de luz ascendente, algo que “nunca antes se había conseguido”.
El rayo fue detectado por el Monitor de Interacciones Atmósfera-Espacio el cual es un conjunto de cámaras ópticas, fotómetros y un detector de rayos X y gamma diseñado para buscar descargas eléctricas nacidas en condiciones meteorológicas tormentosas que se extienden por encima de las tormentas hasta la atmósfera superior.