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Se estima que los humanos tenemos entre 400 y 500 folículos en las cejas, y entre 150 y 250 en las pestañas.
Una persona sana puede perder de 130 a 230 pestañas al año y alrededor de 300 pelos de las cejas en el mismo período de tiempo. Pero cuando la pérdida es abundante y frecuente, deja de ser algo normal y recibe el nombre de madarosis.
Las causas pueden ser diversas, como presencia de tumores en el área de los ojos, someterse a un tratamiento de radioterapia o quemaduras que hayan afectado los folículos.
La madarosis también puede ser provocada por trastornos cutáneos como la alopecia o la psoriasis. Incluso, llega a ser consecuencia de la tricotilomanía, un trastorno psiquiátrico que consiste en arrancarse el pelo de forma compulsiva.
En ocasiones, sucede que las pestañas se desvían y se curvan hacia el interior del ojo, en lugar de hacerlo hacia afuera. A esto se le conoce como triquiasis palpebral y es importante acudir al médico para corregirlo y evitar daños en la córnea.
Es vital asistir con un oftalmólogo, quien podrá identificar la causa de la madarosis y dará el tratamiento más adecuado. No deben aplicarse sueros o aceites que no sean recetados por un especialista, ya que pueden empeorar el problema e incluso dañar la vista.