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El síndrome del intestino irritable es un trastorno
que lleva a dolor en el abdomen y cambios en el intestino. Las razones por las
que se presenta no son claras. Se puede presentar después de una infección
intestinal bacteriana o por parásitos (yardiasis) igualmente, puede haber otros
desencadenantes, incluso el estrés.
Hoy te compartimos cuatro alimentos que debes sacar de tu dieta si padeces de colon irritable.
Leche
y Lácteos
Con frecuencia los lácteos causan estragos en el
sistema digestivo de aquellos con colon irritable.
Si sientes molestias después de consumir productos
lácteos, evita el yogur, el queso, requesón, la crema agria, los helados, yogur
congelado y los alimentos preparados que contienen productos lácteos (sopas y
salsas cremosas, puré de papas, pudin, etc.).
Chocolate
El chocolate (específicamente el chocolate negro)
contiene poderosos antioxidantes que pueden ayudar a disminuir la presión
arterial y mejorar la circulación. Por desgracia, también se sabe que a veces
puede desencadenar migrañas o brotes del Intestino Irritable en algunas
personas.
Alimentos
grasosos y carnes rojas
La próxima vez que estés tentada/o a ceder a tus
deseos de comer grasas, piensa en cómo te sentirás después de comer una bolsa
de papas fritas, un plato de pollo o pescado frito, o incluso un donut.
Las carnes rojas son otro desencadenante común del Intestino Irritable. Por eso es recomendable sustituirlas por pollo (u otras aves de corral), pescado y otras carnes magras.
Bebidas
con gas, cafeína o alcohol
Realmente estos no son alimentos, sino bebidas que
potencialmente pueden dar brotes de colon irritable.
Si te sientes con el vientre demasiado hinchado
después de beber algo con gas, deberías evitar las bebidas gaseosas como los
refrescos, cervezas y otras bebidas naturalmente efervescentes (incluidos los
vinos espumosos).
Por otro lado, muchas personas también sufren de molestias del intestino irritable después de beber café o té.