La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) está evaluando dos posibles vacunas, una de Pfizer y BioNTech, y otra de Moderna y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), para autorizar su uso de emergencia. Si todo va bien, los grupos prioritarios podrían empezar a ser inoculados antes de que termine el año.
Los expertos en salud dicen que las vacunas pueden causar algunos efectos secundarios no deseados.
En los ensayos de fase 3 de la vacuna de Moderna, alrededor del 10% de los participantes experimentaron fatiga, aproximadamente el 9% informaron de dolores musculares y alrededor del 5% tuvieron dolor en las articulaciones y dolores de cabeza. El análisis provisional de la fase 3 del ensayo clínico de Pfizer documentó fatiga en el 3.8% de los participantes y dolores de cabeza en el 2%. En ambos ensayos se observó dolor en el lugar de la inyección.
Estas reacciones son “temporales” y se “resuelven por sí solas” en pocos días, ha dicho el Dr. Wilbur Chen, profesor de Medicina y jefe de ensayos clínicos en adultos del Center for Vaccine Development and Global Health de University of Maryland.
Aun así, es “crítico” que los expertos en salud sean transparentes con la población acerca de lo que se puede esperar.
“Donde se puede cometer un error es cuando las personas se sorprenden o no están preparadas para los efectos secundarios”, añade el Dr. William Moss, director ejecutivo del International Vaccine Access Center de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
Efectos secundarios a corto plazo que se observaron en los principales ensayos clínicos de vacunas:
Dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección
Fatiga
Mialgia o dolores y molestias musculares
Artralgia o dolor en las articulaciones
Dolor de cabeza
Otra razón por la que las personas necesitan conocer los posibles efectos secundarios: tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna requieren dos dosis, administradas con unas pocas semanas de diferencia. Y los efectos secundarios no anticipados de la primera inyección pueden disuadir a las personas de regresar por la segunda.
“No sabemos qué sucede después de una sola dosis”, dice Moss. “Ciertamente no podemos esperar [que una dosis confiera] el alto grado de protección. Por lo tanto, es muy importante que las personas no dejen de recibir las dos dosis y que no se desanimen”, afirma el experto.