El Henipavirus, detectado en los últimos días en dos provincias chinas con 35 contagios hasta el momento tiene su origen a mediados de la década del 90, en Asia y Oceanía. Al principio, se transmitían solo entre animales, hasta que en la mitad de los 2000 mutó a una zoonosis, es decir, se hizo transmisible desde animales a humanos.
El también llamado Virus Hendra, habría comenzado a infectar a humanos por una zoonosis proveniente de musarañas, pequeños mamíferos con apariencia de ratón. Las similitudes, inevitablemente, hacen recordar el origen del COVID-19, en el mismo país.
Los pacientes estudiados que en estos días se contagiaron, tuvieron contacto con animales domésticos, como perros, cabras, y salvajes, como la musaraña. En ese sentido, se detectó que se trata de un henipavirus filogenéticamente distinto al conocido por la comunidad científica, llamado Langya henipavirus (LayV), según Animal’s Health.
Con base en lo informado por News Medical, el virus se transmite a los humanos por intermedio del cerdo, a través de aerosoles o contacto directo con secreciones respiratorias infectadas, saliva u orina, o superficies contaminadas por estas secreciones.
Respecto a los casos actuales en China, se realizaron pruebas a 25 especies de animales salvajes, las que sugieren que la musaraña podría ser un reservorio natural del Henipavirus Langya, presente en el 27% de los casos.