En medio de la expansión de la variante ómicron en el mundo, Corea del Sur presentó un nuevo modelo de mascarilla contra el COVID-19, un particular diseño que ha llamado la atención de muchos, ya que se solo se protege la nariz, dejando por fuera la boca, uno de los principales actores en la propagación de los positivos.
La nueva mascarilla está siendo promocionada por una reconocida empresa del país asiático, y se identifica con el nombre de Kosk, lo que sería una combinación idiomática. Al parecer, sería un invento dedicado a las personas que frecuentan los restaurantes, para que estos puedan protegerse contra el virus mientras disfrutan de la comida.
La Kosk cuenta con un filtro KF80, lo que corresponde a un FFP1 según la clasificación europea y ya se está comercializando por cajas de 10 mascarillas por un valor aproximado de 8 a 9 dólares, a través de una página web. Esta ha sido vendida en Corea del Sur desde inicios de este 2022.
Mientras muchos la han comprado y dicen sentirse protegidos, ya que antes de usarla quedaban a la deriva cuando se sentaban en lugares para compartir alimentos y ahora al menos pueden reducir el contagio por inhalación del virus, otros han afirmado que este tipo de elementos no son buenos para combatir la pandemia y han alertado por su uso, ya que puede propagar los contagios a través de la saliva.
Cabe resaltar que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado el uso de los tapabocas cubriendo desde la nariz hasta la boca, y aún así, el uso de este elemento de protección debe ir ligado a otras recomendaciones y acciones para evitar la propagación del virus del COVID-19.