Corinna
Smith, de 59 años de edad, fue sentenciada el 9 de julio del 2021 a cadena
perpetua, con una pena mínima de 12 años, por asesinar a su esposo Michael
Baines, de 80 años, con una mezcla de agua hirviendo y azúcar. El hecho ocurrió
el 14 de julio del 2020 en la localidad de Neston, Chesire, en Inglaterra,
según publica el medio local The Standard.
En el juicio la mujer contó al jurado que mezcló agua hirviendo con tres bolsas de azúcar para luego verterlo en el cuerpo de su pareja mientras dormía. El dulce provocó que el líquido se volviera viscoso y difícil de desprender de la piel.
El hombre
fue llevado al hospital con un 36% de quemaduras, sin embargo, después de un
mes de luchar por su vida falleció debido a la gravedad de las heridas.
Un día
antes de que Smith atacara a su esposo, su hija, afirma el Diario, le contó que
Baines había cometido abusos sexuales contra niños “durante muchos años”.
Una de las víctimas habría sido Craig Baines, el único hijo varón que habían procreado y quien a sus 25 años se suicidó. Según una de las Juezas, el joven había cambiado su actitud e incluso estuvo en prisión por una agresión. “Te había dicho que el hombre al que atacó era un pedófilo y que lo había tocado sexualmente (…) El día antes de la muerte de Craig, él había estado angustiado y había dicho: “Mamá, es un pedófilo’“, dijo la Jueza.
Luego de
que la mujer vertiera el agua sobre Baines, ella salió de la casa y le contó a
un vecino lo que había sucedido. La Policía la arrestó y guardaba prisión
preventiva desde entonces.