Indonesia está implementando la vacunación masiva y gratuita contra el COVID-19, pero su estrategia es muy diferente a la de otros países.
Pues, en lugar de vacunar a las personas mayores en la primera fase de aplicación, las primeras dosis -después de los trabajadores de la salud- serán para los trabajadores de entre 18 y 59 años.
El presidente de este país, Joko Widodo, de 59 años, se ha ofrecido como voluntario para ser el primero en la fila. El vicepresidente Ma’ruf Amin, de 77 años, no recibirá la inyección pronto, porque es demasiado mayor.
Ha sido el profesor Amin Soebandrio, quien ha asesorado al gobierno en su estrategia de “la juventud primero”, sosteniendo que tiene sentido priorizar la inmunización de los trabajadores, aquellos “que salen de la casa a todas partes y luego por la noche regresan a sus hogares con sus familias”.
“Estamos apuntando a aquellos que probablemente propaguen el virus”, dijo al medio BBC Indonesia.
Según han indicado, este enfoque le dará al país la mejor oportunidad de lograr la inmunidad colectiva, algo que ocurre cuando una gran parte de una comunidad se vuelve inmune a través de las vacunas o la propagación masiva de una enfermedad.