Hay que tener en cuenta que no siempre es necesario mezclar dos o más ingredientes para elaborar un buen limpiador. Este viene a ser el caso del vinagre, que es un líquido que puede utilizarse solo para diversos fines.
Sin embargo, otras sustancias deben mezclarse con algún elemento, para que se pueda producir una reacción y sacarle utilidad. Este viene a ser el caso del bicarbonato de sodio,
que es necesario disolverlo en agua u otros líquidos (como el vinagre) para darle uso como limpiador.
1. Vinagre de manzana
Mezclar el vinagre de manzana con agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) ayuda a obtener un limpiador eficaz para las superficies más grasientas del hogar, como
puede ser la encimera de la cocina o la campana. En una botella con pulverizador de medio litro, vertemos:
1 vaso de vinagre de manzana (250 ml)
5 cucharadas de agua oxigenada (50 ml)
Antes de usar, deberemos agitar un poco el bote para sacarle el máximo provecho a la mezcla
2.Vinagre blanco y zumo de limón
Dentro de los desinfectantes naturales más comunes se encuentra la mezcla de vinagre blanco con zumo de limón, dos elementos que arrancan la grasa incluso en los lugares de más difícil acceso.
Para prepararlo, mezclaremos en un recipiente:
1 litro de agua
El zumo de 1 limón
1 vaso de vinagre (250 ml)
Con esta mezcla también podremos limpiar el inodoro, por ejemplo. Para ello, verteremos en él (por la noche) un vaso de vinagre blanco diluido en un litro de agua. Si a esta mezcla le añadimos también unas gotas de aceite esencial de limón, al día siguiente
el baño estará mucho más limpio y con agradable aroma.
3. Agua oxigenada y aceite del árbol del té
La mezcla de agua oxigenada y árbol de té puede resultar útil para limpiar los muebles del baño (y los espacios de la ducha que tienden a acumular moho y algas).
Para prepararlo, solamente necesitaremos mezclar en un recipiente con atomizador:
· 500 ml de agua.
· 150 ml de agua oxigenada.
· 50 ml de jugo de limón.
· 10 gotas de aceite del árbol del té.
Nota: antes de usar, es recomendable agitar la botella.
4. Aceite del árbol del té y lavanda
Por su agradable aroma, otro de los desinfectantes naturales que podemos utilizar para muebles (cajones, armarios, etc.) y espacios cerrados concretos, es la mezcla de aceite de árbol de té y lavanda.
Hay quienes utilizan esta mezcla para desodorizar el calzado y los muebles zapateros. Si queremos darle este uso, basta con que diluyamos en un vaso de agua unas cuantas gotas de la
mezcla de aceites y luego la coloquemos en un recipiente con atomizador, para rociar los zapatos (por dentro) y las baldas del mueble.
Nota: después de rociar esta mezcla dentro del calzado cerrado, es recomendable dejar este secando al sol, para
que no acumule humedad.
5. Agua de romero
El agua de romero es otro de los desinfectantes naturales que podemos preparar en casa para lavar toallas, alfombras pequeñas (como la del baño) y trapos de cocina. Para prepararlo solo necesitaremos:
· Romero fresco (200 g)
· 1 litro de agua hirviendo.
Colocamos el romero en el agua hirviendo y dejamos cocer durante unos minutos. Luego, apagamos el fuego y dejamos entibiar. Finalmente, lo vertemos en un recipiente (barreño,
por ejemplo) y lo utilizamos para poner en remojo los trapos de la cocina.
Después de dejarlos un tiempo en remojo, podremos lavar los trapos en la lavadora o a mano, con jabón de lavar o un poco de lavaplatos.
Podemos utilizar el agua de romero para limpiar los azulejos y los muebles del baño, así como también el inodoro y el suelo.
El agradable aroma a «limpio»
Los desinfectantes naturales son alternativas que podemos emplear para darle un repaso al hogar, en ciertos momentos. Además, nos ayudan a dejar los espacios con aromas muy agradables.