Debe ser una de las mejores protestas que se hayan viralizado en el último tiempo. Es que con el objetivo de expresar su rechazo y boicotear la celebración de un festival neonazi, los vecinos del pueblo alemán de Ostritz compraron toda la cerveza disponible en los supermercados del lugar.
La policía local había prohibido la venta de alcohol en el Festival Escudo y Espada, celebrado en un hotel de la ciudad y con una asistencia prevista de entre 500 y 600 personas entre el viernes y el sábado. Una reunión de neonazis para festejar el aniversario del nacimiento de Adolf Hitler, recoge 20 Minutos.
Entonces, la única fuente de cerveza para el festival eran los supermercados locales, por lo que los vecinos, contrarios a esta celebración, se pusieron de acuerdo y compraron más de un centenar de cajones de la bebida. Además la policía confiscó el viernes 4.200 litros de cerveza y requisó otros 200 litros el sábado a los asistentes, por lo que los neonazis pasaron bastante sed.
Además, unas 300 personas se manifestaron pacíficamente por las calles de Ostritz para protestar contra el festival. El evento se celebra cada año en esta pequeña localidad de unos 2.400 habitantes, lo que ha provocado bastante polémica.
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