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Lo usual es que el acné responda bien a los tratamientos caseros, incluyendo el té verde. Solo en pocas veces se torna resistente y en esos casos es necesaria la intervención especializada de un dermatólogo. Este problema afecta principalmente a los adolescentes, pero puede aparecer a cualquier edad.
El acné tiene mayor incidencia en las mujeres, pero sus manifestaciones en los hombres son más severas. El 5 % de las mujeres siguen padeciéndolo hasta los 40 años incluso. En general, se considera que hay un problema grave si el acné aparece repentinamente en un adulto mayor.
El acné es un trastorno de la piel que afecta a los folículos pilosos y las glándulas sebáceas. La piel tiene unos pequeños orificios llamados poros.Estos se conectan internamente con las glándulas sebáceas, mediante un conducto llamado folículo.
Las glándulas sebáceas producen una sustancia grasosa llamada sebo. El sebo transporta las células muertas de la piel hacia la superficie, a través de los folículos. El vello también crece a través de tales folículos. A veces las células muertas, el sebo y el vello se juntan y taponan el poro.
Té verde:
El té verde es un astringente natural que ofrece resultados interesantes en el tratamiento del acné. También es un ingrediente antioxidante que contribuye a eliminar los excesos en la piel grasosa.
Beber té verde ayuda a combatir el acné, ya que contribuye a reducir la producción de sebo en la piel. De paso, también modera los niveles de insulina y azúcar en la sangre. Como siempre, no es bueno exagerar. Con que te tomes un té verde al día es suficiente.
Asimismo, el té verde se puede emplear como solución tópica. Basta aplicar una compresa de extracto de té verde sobre la zona afectada. Esto contribuye a eliminar las bacterias de la zona, reduce la inflamación y previene la aparición de manchas.
Hay otras formas un poco más elaboradas de emplear el té verde. No solo te ayudan a tratar el acné, sino que mejoran el aspecto general de tu piel. Aportan lozanía, firmeza y previenen el envejecimiento. Algunas de las mascarillas más eficaces son las siguientes:
- Té verde y miel. Se mezcla una cucharada de cada elemento y se forma una pasta. Luego se aplica sobre el rostro y se deja actuar por 15 o 20 minutos. Enjuagar con agua fría y repetir dos veces por semana.
- Té verde y sábila. Se necesitan dos bolsas de té verde, una cucharada de sábila y una taza de agua. Se hace una infusión con las dos bolsas de té y se deja enfriar. Luego se mezcla con los demás ingredientes y se pone en un atomizador. Rociar el rosto después del baño.