Michael
Packard, fue tragado por una ballena jorobada, permaneció en su boca de 30 a 40
segundos, antes de que el animal emergiera a la superficie para escupirlo.
A pesar de los moretones que el aterrador incidente le dejó, pudo vivir para contarlo, sin ningún hueso roto. Todo comenzó cuando Packard buceaba en las aguas de Provincetown, Massachusetts, en busca de algunas langostas, cuando en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba dentro de la ballena.
“Estuve
dentro de su boca cerrada durante 30 a 40 segundos, antes de que emergiera a la
superficie y me escupiera. Tengo moretones por todos lados pero, ningún hueso
roto. Agradezco a los salvavidas de Provincetown por sus cuidados y ayuda”,
dijo Michael.
Josiah Mayo, su compañero de pesca, lo presenció todo desde el bote. Vio cómo su amigo era expulsado por el cetáceo que cruzaba por el océano Atlántico.
Captura de pantalla
Luego de quedarse congelado por algunos segundos, impactado ante la peculiar escena, llamo inmediatamente a los salvavidas de la costa. Una vez en la tierra, también llamó a su madre, Jooke Robbins, directora del Centro de Estudios Costeros de Providencetown, para contarle la épica aventura.
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