Sería una pena pensar que después de una bonita relación y de una parte del camino compartido, no pudiera quedar ningún vinculo más
allá de los recuerdos. Me niego a pensar que no se puede hacer mejor, me niego a pensar que acabado el amor, también se acaban las palabras comunes y los momentos juntos. Seguro que existe alguna posibilidad
de establecer una relación de amistad después del amor.
Puede que la clave esté en no desgastar tanto la relación, en no llegar a un punto en el que la herida rasgue al hueso. En no sumergir en odio el cariño que ha sobrevivido, en decir, hasta pronto y de otra forma, en vez de adiós; en saber alejar y recuperar distancia.
Igual no podremos llamarle amistad, igual nunca vuelve a ser una relación cercana, pero en ocasiones no dejan de ser personas que nos conocen bien y de esas no hay muchas. También
muchas de ellas son personas en las que un día vimos algo que merecía la pena y ese algo sigue presente, de manera que lo malo se va cuando se deshace la pareja.
¿Donde hubo fuego cenizas quedan?
Puede que sí, será difícil ver a nuestra ex-pareja como una persona extraña, también lo será verla como una amiga. Cuando se ha compartido una
parte de nuestra vida con otra persona será complicado que el otro deje de significar para nosotros algo importante, si llegó a ser mi pareja quiere decir que algo nos unió. A veces, aunque acabe la relación,
no tiene por qué dejar de existir parte de la complicidad de antaño.
Que queden cenizas no es algo malo, podremos aprovecharlo para saber que aunque hoy ha cambiado. Hubo un día en que algo nos unió y seguimos teniendo el placer de poder
quedar de vez en cuando y saborear un bonito vínculo, sano y divertido con quien un día nos hizo tan felices y actualmente nos sigue regalando momentos que suman.
¿Por qué no mantener una bonita relación con alguien tan especial con el que un día compartí mi vida? ¿Por qué querer cortar contacto cuando alguien significó tanto para mí? Las respuestas las tienes tú, sana y luego date la oportunidad de conocer nuevos vínculos con la persona que compartió parte de tu camino. La intimidad será distinta, la complicidad no tendrá por qué serlo.
TOMADO DE: lamenteesmaravillosa.com